Ojos vidriosos, pensamientos centelleando.
Ritmo sanguíneo frenético.
¿se puede saber que demonios hace un caballero de mi porte reducido al patetismo vil?
Eso es.Sé como debes ser.
Locura, recuerdo lejano, alterego incandescente.
Alzar la mirada,¿se puede saber que he estado haciendo?Limpiar las manos de barro.
Gesto altivo, oscuridad en las pupilas.
Toga sucia, por arrodillarse, menuda estupidez.Fuera la toga.¿Dónde estarán mis ropajes nobles?¿Dónde los enterré?Uhmmm aquí están, sí eso es. Mi fuerte y hermosa armadura, cuanto tiempo te eché de menos,tú nunca me empujaste al barro, abrazame de nuevo con tu gran indiferencia, con tu poderoso aislamiento y con tu frío acero.
Mira como brillo ahora, ni barro ni reverencias ni hostias.El sol sale recortado por la silueta de las montañas.
Desenvainar la espada del cinto.Apuntando hacia el sol.
Poco a poco alzar la cabeza aun más, mirar por encima del hombro.
Mirada al sol, incluso a tí soy capaz de atravesarte.
Sonrisa.
La sonrisa más perversa, el puñal hecho suave risa.
viernes, 19 de febrero de 2010
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